miércoles, 9 de septiembre de 2015

Con la boca abierta







 



El ego de algunos grandes escritores sufre lo indecible. Puedo imaginar, como una pequeña tortura, lo que se debe sentir cuando uno se da cuenta de que su personaje es mucho más famoso que él mismo y los lectores hablan  y opinan sobre él dejando al autor de lado, como si fuera un secundario, un figurante.

Holmes es mucho más conocido que  Doyle, (de hecho Doyle estaba tan harto  que intento matarlo sin éxito). Entre los siete y los setenta y siete cualquiera sabe quien es Tintín, pero muchos menos saben que Herge fue quien lo imaginó y lo dibujó. ¿Le suena a usted Edgar Rue Borroghs? A lo mejor no, pero es imposible que no haya oído hablar de ‘Tarzán de los monos’. Ese gran nadador.
Lo mismo ocurre con Dahl. La mayoría de los niños saben quien es Matilda o los Gremnlis o Charlie, el de la fábrica de chocolate, pero pocos hablan oído hablar de Dahl, un gigante galés de origen noruego, agraciado con unos ojos luminosos y mirada cálida.
Aunque, puestos a pensarlo bien ¿Cabe mayor honor para un fabulador que sus propios personajes le superen de largo en popularidad? ¿No es ése el verdadero triunfo de la literatura, la prueba evidente de que el escritor a dado en el clavo?
Dahl también escribió relatos para adultos. Es imposible comentar aquí separadamente los cuarenta que se recogen en este volumen, no obstante todos comparten algo poco frecuente en la creación literaria y que el lector suele agradecer: el riesgo literario. Al igual que los que cuentan un chiste, Dahl siempre arriesga. En todos los relatos plantea  un enigma, generalmente pequeño no mayor que la cabeza de una cerilla  y todos acaban con la llama, iluminando una idea. Te podrá gustar más o menos pero no hay truquillos literarios, esos que a través de la verborrea pretenden ocultar la cruda realidad: la idea era buena, pero está mal resuelta. Como hacen los grandes prestidigitadores Dahl expone todos los elementos a la vista del público y al final… Ohhhhhh!!!!
El lector solitario se queda asombrado y un pajarillo revolotea en su estómago unos segundos ¿Cómo puede ser que no me haya dado cuenta?
Por si usted no es amigo de comenzar las colecciones de relatos por el primero y acabar en el último destaco tres, para mí asombrosos. Si los lee, le garantizo que leerá todos los demás.
¿Le interesa el tema del bullyng? A Dahl también, y mucho antes de que se inventara la palabra. Lea ‘Galloping Foxley’. ¿Es usted varón y levemente misógino aunque no se atreva a confesarlo? Disfrute con ‘La señora Bixby y el abrigo del coronel?. Seguro que no le gustan los charlatanes pero admira a los truhanes, a lo peor es usted anticlerical y un poco ateo. Regodéese con ‘El placer del clérigo.’
 

miércoles, 2 de noviembre de 2005

La Infanta Leonor


Los que claman por reformas constitucionales deberían saber que a la pregunta,¿Por qué ha de ser el heredero, varón?, sigue otra igualmente razonable, ¿Por qué ha de ser el heredero el primogénito?, y finalmente la definitiva ¿Por qué ha de ser el heredero Borbón?
Las reformas en las instituciones más antiguas que el Estado son el principio del fin. Lo sabe muy bien Benedicto XVI que, aun siendo tan malo como parece, es muy sabio.

lunes, 31 de octubre de 2005

In This World



Lugar del robo: Diario íntimo de Bruce (Escrito fechado el 24/08/05)


Hay quien no tiene nada. En “In This World”, la película de Winterbotton que ayer volví a ver en Canal Satélite Digital, un niño pakistaní de unos doce o trece años, emprende un arriesgado viaje cuyo destino final es Londres. Huye hacia la vida. Su lugar de origen es un aldea semiderruida rodeada de una ilimitada llanura monegrina. Le acompaña un amigo, algo más mayor, que morirá durante el viaje. Recorre Irán, Turquía (Estambul), Grecia, Italia (Trieste) y Francia (Normandía). Nada en el viaje está planificado y la dotación económica de partida es cero, sólo existe una fuerza, un deseo, unas ansias desbordantes. Chapurrea el inglés. El futuro no existe, (solo una idea, Londres) y, por tanto, debe construirse en cada momento. Lo que va a ocurrir la próxima hora es un enigma. No hay NADA seguro, y mucho menos ASEGURADO. Casi al final de la película, vemos al protagonista en una playa de Normandía. Fuma un cigarrillo y tiene la mirada triste, su compañero de viaje ha muerto y su familia está lejos. En las siguientes tomas le vemos jugando un partido de fútbol en esa misma playa. Varios chiquillos, y no tan chiquillos, han improvisado un partido para dulcificar la espera. Ansían un barco para pasar como polizontes al otro lado, al Reino Unido. Juegan alegremente, como si la vida les sonriera y uno piensa; ¡Dios! ¿De donde obtendrán ese Deseo por el que sobreviven, esa FE injustificada pero al tiempo indómita? Y la respuesta se me hace evidente apenas me formulo la pregunta: de un proyecto, de una creencia.
Cuando el arte de vivir se transforma en la defensa de un patrimonio (sea grande o pequeño) la vida se apaga. Es el sueño del burgués, verse confortablemente muerto en un sillón, al calor, que ya no siente, de la chimenea, acompañado de un perro que también está muerto. En el secreter, todos los papeles están en regla. In this world…

martes, 25 de octubre de 2005

Juanito O. y Edurne P.

Lugar del robo: Diario íntimo de Bruce. (Escrito fechado el 22/09/04)

Reconozco que siempre me han cargado los alpinistas, o montañeros como les decíamos hace años. Cuando era un muchacho, el montañismo era una actividad muy reputada entre las Fuerzas Vivas. Los sotanados tenían muy bien conceptuados a aquellos jóvenes que, sin otra recompensa que la satisfacción personal, ascendían cumbres y se acercaban un poco al cielo. Los militares y los paramilitares (aquí se llamaban falangistas) elogiaban las virtudes masculinas del escalador; constancia, resistencia, valor y amor a la patria (siempre llevaban una banderita para colocarla en la cima.) Un montañero era un alma blanca cabalgando sobre dos cojones bien puestos, una interesante mezcla de santidad y testosterona.
La práctica del montañismo tenía además una ventaja adicional para "las familias". Al ocupar los fines de semana y los puentes con una actividad noble, se evitaban las tentaciones y las actividades reprobables; discotecas, malos compañías, golfeo callejero, droga y todo aquello que tarde o temprano, más bien temprano, conduce a la promiscuidad y al libertinaje que son, como todo el mundo sabe, los pedales de la bicicleta del diablo.

Como puede verse por lo anterior soy presa de todo tipo de prejuicios con relación a los escaladores y, por tanto, lo que viene a continuación debe cogerse con pinzas teniendo en cuenta que el que suscribe no sería un juez imparcial si quien ocupara el banquillo fuese un trotacumbres, un coleccionista de ochomiles. Viene a cuento la perorata por la reiterada presencia en los medios de Juanito O. Y Edurne P. Ambos sufrieron graves congelaciones tras el accidentado descenso del pico K2 que, antes, habían coronado con éxito. Juanito O. es el alpinista que más ochomiles ha conquistado y Edurne P. una de las mujeres más reputadas en el alpinismo internacional. Ambos comparten habitación el hospital de la MAZ donde el doctor A. máximo especialista en congelaciones, les aplica tecnología punta para salvar el máximo de dedos posibles y que, nuestros héroes, puedan seguir escalando cumbres. La cobertura periodística de esta aventura, también de otras parecidas corrió a cargo del programa "Al filo de lo imposible". En este programa se filman todo tipo de hazañas en las que aventureros de toda índole y condición se afanan en la noble actividad de jugarse la vida para ejemplo y deleite de los más pequeños ( es un programa muy recomendado en las escuelas). Estos aventureros de nuevo cuño se distinguen del aventurero tradicional en los motivos por los que asumen el riesgo. El aventurero tradicional, el novelesco, se juega la vida por una causa noble (o considerada noble en el momento en el que se desarrolla la acción) en general salvar la vida de inocentes. Su aventura tiene un propósito ajeno al protagonista mismo. El aventurerismo contemporáneo, el que sale en televisión, no tiene motivo alguno sino "el placer de la aventura" o "la superación de un desafío" eufemismos que apenas encubren una ansiedad muy masculina y ascentral; demostrar que uno mea más lejos que nadie o que la tiene más larga que nadie. El alpinismo de hecho se considera un deporte.
No tengo nada contra los osados. Asumo que hay quien, para disfrutar de la vida necesita flirtrear con la muerte. Ahora bien, estoy contra la consideración altruista que generalmente se tiene de los practicantes de este tipo de actividades que se consideran ejemplificadoras y fomentables y aptas para todos públicos. Más bien pienso al contrario, los profesionales del riesgo, los frecuentadores del límite no suelen ser personas altruistas sino todo lo contrario, dedican su vida a la satisfacción de su impulso básico sin tener muy en cuenta a sus familias o amigos que sufren ante la razonable posibilidad de la muerte de un ser querido. Tampoco estoy de acuerdo que, a los practicantes de tan estrambótica obsesión, se les considere héroes y que se financien con fondos públicos sus expediciones con la condición de colocar en el pico la banderita de su comunidad autónoma y, menos todavía, de costear peligrosos rescates y no estoy hablando de abandonarlos a su suerte sino simplemente propongo que, en último término, los costes de las expediciones deberían correr a cuenta de los expedicionarios y sus agrupaciones.
En un diario escrito a cuenta de un viaje al sudeste asiático, Escohotado relata un viaje relámpago al Amazonia con el interesante propósito de consumir todo tipo de drogas que la rica flora autóctona proporciona en tan exóticos parajes. Varios adultos originarios de distintos países, entre ellos nuestro hombre, se reúnen para vivir experiencias perceptivas a través de la ingestión de sustancias psicotrópicas. Todos ellos eran conscientes que asumían un riesgo al consumir sustancias potencialmente tóxicas. ¿A alguien se le ocurre financiar este tipo de expediciones con fondos públicos? ¿Debemos fomentar entre nuestros pequeños consoleros tan peligrosas experiencias? Ni siquiera Escohotado, al que tengo por erudito y razonable, sería partidario de semejante cosa.
¿Por qué no tratamos de la misma forma las respetables peripecias de J. O: y E. P.? ¿Por qué son ellos tan loables?

¡Montañas nevadas, banderas al viento...!

viernes, 21 de octubre de 2005

El tamaño de las virtudes

Lugar del robo: Diario íntimo de Bruce (Escrito fechado el 17/10/05)


Gustavo Martín Garzo cita en El País a Natalia Ginzburg partidaria de enseñar a nuestros hijos las grandes virtudes en lugar de las pequeñas. Escuchemos:

"No el ahorro, sino la generosidad y la indiferencia ante el dinero; no la prudencia sino el coraje y el desprecio por el peligro; no la astucia sino la franqueza y el amor por la verdad, no la diplomacia sino el amor al prójimo y la abnegación; no el deseo de éxito sino el deseo de ser y de saber...."
Me examino de estos cino mandamientos. Saco un cero. Lo que me gusta de la cita de Ginzburg es la fuerza con la que chocan conceptos que no son gramaticalmente opuestos. Observe lector, observa pécora:

Ahorro------- Generosidad
Prudencia---- Coraje
Astucia------ Franqueza
Diplomacia--- Amor


Lo opuesto de ahorrar es despilfarrar pero ¿acaso puede ser generoso un ahorrador?. Lo opuesto de prudente es imprudente pero ¿donde guardan los prudentes la pasión necesaria para el coraje?. Los astutos suelen obtener lo que desean, son rápidos, eficaces pero, me pregunto: ¿cómo puede un astuto ser franco?. Por cierto ¿Conocen a algún diplomático que se haya enamorado? (No valen los de la novelas de Graham Green, hay que basarse en el mundo real).

jueves, 20 de octubre de 2005

Bloom frente a Darwin


Lugar del robo: Diario íntimo de Bruce (escrito fechado el 19/09/05)



Babelia entrevista a Harold Bloom.
Bloom, invierte la explicación habitual que del escritor y su obra hace la Crítica convencional que entiende el binomio autor-obra estudiando sus determinantes. Podría decirse así de un escritor cualquiera de una época cualquiera: "La novela de X refleja la depresión económica de la posguerra; sus personajes son supervivientes en tiempos difíciles….." En otras palabras, se entiende a X como producto "natural" de una época, una situación personal o un contexto sociocultural determinado. Bloom circula en sentido contrario: no es la época la que condiciona al escritor sino el escritor o mejor, su obra, la que determina la época. La literatura, o al menos la literatura esencial, la canónica, no es el efecto de un momento o un espacio histórico sino la causa de un momento o un espacio venidero. Así, creo yo, hay que entender a Bloom cuando dice refiriéndose a los occidentales: " Somos una invención de Shakespeare".
La trascendencia que Bloom otorga a lo literario como acto creativo es muy superior a lo que la Crítica suele admitir. Ésta asume que el escritor pueda interpretar el Mundo de una forma distinta, señalando aquello que los demás no quieren ver o iluminando rincones oscuros, pero para Bloom el autor CREA EL Mundo y lo determina. El autor, el genio, el escritor perdurable es como Dios y, por tanto, su obra no está sujeta al tiempo o a las modas. Un autor es canónico en la medida que contribuye a la creación del Mundo. Nuestra civilización, estaba escrita antes de emerger y el código genético puede encontrarse en las obras de los autores canónicos como Shakespeare, Cervantes, Dante... y no muchos más.
Judío no practicante, y por tanto hereje, tradicionalista, en un sentido no reaccionario, Bloom hurga en la tradición literaria del mismo modo que el arqueólogo o el paleontólogo lo hacen en las excavaciones o en los yacimientos fósiles, no se busca una explicación del 'hombre que fue' sino del 'hombre que es' o del 'hombre que será'.
Jordi Llovet, insinúa en El País (17/09/05) que Bloom es seguidor de la ortodoxia judía aun cuando reniegue: "nada de bromas con las palabras puesto que éstas son el eco del Verbo y un impulsor del comportamiento del hombre y de las sociedades". Diríase que Bloom es un judío que cambia La Tora por los dramas de WS.
Los neodarwinistas sostienen que la evolución es el resultado de la selección natural, un proceso mediante el cual las variantes genéticas más aptas son las que sobreviven, y por tanto las que se reproducen y acaban prevaleciendo. Para los neodarwinistas, la selección genética es un proceso gradual y progresivo en el cual la Naturaleza moldea el devenir sin la intervención de otras fuerzas. Los ‘saltacionistas’ defienden que la evolución se produce ‘a saltos’. Eventualmente se produce una mutación genética importante que genera un MONSTRUO, la mayoría de los monstruos son inviables, pero hay algunos que progresan imponiendo su novedoso genoma al resto de la especie. Hay quien defiende que la diferencia entre neodarwinistas y saltacionistas es sólo aparente puesto que, en definitiva se trata de una cuestión de tempo; el proceso es gradual, según unos, y brusco según los otros. Yo pienso que, en la trastienda de esta polémica, se encuentra una discrepancia fundamental. Mientras los neodarwinistas aceptan que la Naturaleza es el sustituto de la divinidad en la creación de nuevos seres, los saltacionistas engrandecen la figura del Monstruo (el mutante) como si fuera él quien se impone a la Naturaleza y no al revés. Para saltacionistas la Naturaleza es el efecto del Monstruo y para los neodarwinistas el Monstruo es el efecto de la Naturaleza. Cámbiese MONSTRUO por GENIO y obtendremos la teoría de Bloom: El genio inventa el hombre nuevo que se impone al arcaico, los hombres nuevos forjan nuevas eras, nuevas culturas, nuevas sociedades.

jueves, 9 de junio de 2005

matrimonios extravagantes

Lugar del robo:www.rebelion.org


Estoy completamente a favor del permitir el matrimonio entre católicos. Me parece una injusticia y un error tratar de impedírselo. El catolicismo no es una enfermedad. Los católicos, pese a que a muchos no les gusten o les parezcan extraños, son personas normales y deben poseer los mismos derechos que los demás, como si fueran, por ejemplo, informáticos u homosexuales.

Soy consciente de que muchos comportamientos y rasgos de carácter de las personas católicas, como su actitud casi enfermiza hacia el sexo, pueden parecernos extraños a los demás. Sé que incluso, a veces, podrían esgrimirse argumentos de salubridad pública, como su peligroso y deliberado rechazo a los preservativos. Sé también que muchas de sus costumbres, como la exhibición pública de imágenes de torturados, pueden incomodar a algunos.

Pero esto, además de ser más una imagen mediática que una realidad, no es razón para impedirles el ejercicio del matrimonio.

Algunos podrían argumentar que un matrimonio entre católicos no es un matrimonio real, porque para ellos es un ritual y un precepto religioso ante su dios, en lugar de una unión entre dos personas.

También, dado que los hijos fuera del matrimonio están gravemente condenados por la iglesia, algunos podrían considerar que permitir que los católicos se casen incrementará el número de matrimonios por "el qué dirán" o por la simple búsqueda de sexo (prohibido por su religión fuera del matrimonio), incrementando con ello la violencia en el hogar y las familias desestructuradas. Pero hay que recordar que esto no es algo que ocurra sólo en las familias católicas y que, dado que no podemos meternos en la cabeza de los demás, no debemos juzgar sus motivaciones.

Por otro lado, el decir que eso no es matrimonio y que debería ser llamado de otra forma, no es más que una forma un tanto ruin de desviar el debate a cuestiones semánticas que no vienen al caso: Aunque sea entre católicos, un matrimonio es un matrimonio, y una familia es una familia.

Y con esta alusión a la familia paso a otro tema candente del que mi opinión, espero, no resulte demasiado radical: También estoy a favor de permitir que los católicos adopten hijos.

Algunos se escandalizarán ante una afirmación de este tipo. Es probable que alguno responda con exclamaciones del tipo de "¿Católicos adoptando hijos? ¡Esos niños podrían hacerse católicos!". Veo ese tipo de críticas y respondo: Si bien es cierto que los hijos de católicos tienen mucha mayor probabilidad de convertirse a su vez en católicos (al contrario que, por ejemplo, ocurre en la informática o la homosexualidad), ya he argumentado antes que los católicos son personas como los demás.

Pese a las opiniones de algunos y a los indicios, no hay pruebas evidentes de que unos padres católicos estén peor preparados para educar a un hijo, ni de que el ambiente religiosamente sesgado de un hogar católico sea una influencia negativa para el niño. Además, los tribunales de adopción juzgan cada caso individualmente, y es precisamente su labor determinar la idoneidad de los padres.

En definitiva, y pese a las opiniones de algunos sectores, creo que debería permitírseles también a los católicos tanto el matrimonio como la adopción.

Exactamente igual que a los informáticos y a los homosexuales.

viernes, 27 de mayo de 2005

Alonso Quijano en hip hop

Lugar del robo: Blog de Alejandro Gándara (ex atleta y escritor)


"Yo tío, yo soy eterno, en mi barrio me conocen, ya te jode, como Alonso Quijano el bueno. Por caminos de la Mancha y por Costa Polvoranca yo desfago los entuertos. No estoy loco, no voy ciego, estoy solo, sólo eso. No me van las dulcineas, ni los dulces ni las nenas, yo a las pivas con la priva las meneo, las ensarto en una ristra y luego las dejo. Tú eres Sancho , maricón, el de la Panza, tienes calzas y yo lanza, tienes asno y yo un buga alucinante, al que llamo Rocinante , tú me sigues y yo mando, donde tú comes yo cago, comepollas, felón, drogata, bujarrón, rayao, capón. Heme aquí, tan friqui, tan natural, con mi cebolleta en la Biblioteca Nacional, con mis rimas bien pagás, con las rosas bien regás, los colegas en el trullo y una banda de capullos coreando mi verdá.".

viernes, 29 de abril de 2005

Tras la Selección

Lugar del robo: Primo Levi. "Si esto es un hombre" Auschwitz Octubre de 1944

Ahora todos están raspando atentamente con la cuchara el fondo de la escudilla para sacar las últimas pizcas de potaje, y se forma un trasteo sonoro que quiere decir que la jornada ha terminado. Poco a poco, prevalece el silencio y entonces, desde mi litera que está en el tercer piso, se ve y se oye que el viejo Kuhn reza, en voz alta, con la gorra en la cabeza y oscilando el busto con violencia. Khun da gracias a Dios porque no ha sido elegido.
Kuhn es un insensato. ¿No ve, en la litera de al lado, a Beppo el griego que tiene veinte años y pasado mañana irá al gas, y lo sabe, y está acostado y mira fijamente a la bombilla sin decir nada y sin pensar en nada? ¿No sabe Kuhn que la próxima vez será la suya? ¿No comprende Kuhn que hoy ha sucedido una abominación que ninguna oración propiciatoria, ningún perdón, ninguna expiación de los culpables, nada, en fin, que esté en poder del hombre hacer, podrá remediar ya nunca?
Si yo fuese Dios, escupiría al suelo la oración de Kuhn

martes, 19 de abril de 2005

Cónclave

La tradición nos muestra que entre las condiciones necesarias para ser Papa hay un requisito imprescindible, NO SER PAPABLE;si no al tiempo.